Hoy tratamos un tema ligeramente diferente al que tratamos en nuestro primer post, aunque en cierta manera íntimamente relacionado. Vamos a tratar de profundizar en las características principales de una de las plantas más características del clima mediterráneo, el chamaerops humilis o palmito.
Características del chamaerops humilis
El chamaerops humilis o palmito es la única palmera autóctona de Europa de entre las 1500 o 2000 especies que se estima que existen, si no contamos la phoenix canariensis, que es la palmera propia de las Islas Canarias. Se trata de una palmera de crecimiento muy lento que crece de forma natural en las zonas más áridas del norte de África y el sur de Europa, generalmente cerca de la costa.
Cuando crece de forma espontánea, generalmente lo hace con varios troncos que generan una gran maraña de hojas y en pocos casos la palmera superará los 2 metros de altura. En cambio, cuando la plantamos en nuestro jardín y la sometemos a unos cuidados apropiados basados en riegos y abonados adecuados, el palmito puede alcanzar fácilmente los 4 o 5 metros de altura.
Condiciones climáticas adecuadas
El chamaerops humilis es una palmera de origen mediterráneo y por tanto está adaptada a las variaciones climáticas que se dan en esta zona, como lo pueden ser las altas temperaturas y los periodos prolongados de sequía. De hecho, es una planta que precisa de muy poca atención al riego, por lo que podemos reducir el aporte de agua a una o dos veces a la semana siempre que se encuentre plantada en la tierra, no así en maceta, donde necesitará algo más de agua.
En cuanto a la temperatura, soporta mínimas de hasta -12 grados, por lo que no es raro encontrar el palmito en zonas con un clima más severo como puede ser el mediterráneo continental. Se suele comportar bien ante las heladas y resurge con fuerza, pero por debajo de los -12 grados deberíamos cubrirlo para evitar que pueda morir.
Integrar el chamaerops humilis en nuestro jardín
Las opciones que nos ofrece el palmito a la hora de integrarlo en nuestro jardín son prácticamente infinitas, pues es una palmera que se adapta muy bien a cualquier tipo de situación, tanto el sol directo como la semisombra. Por tanto, es una planta que puede cubrir perfectamente cualquier zona de nuestro jardín en la que no sepamos qué plantar o que por sus características las especies que coloquemos ahí no funcionen de la manera esperada.
Si quieres ver todos los tipos de palmeras que tenemos, visita nuestra sección palmáceas.
No obstante, te recomendamos que aproveches su estética para que construyas tu propio jardín de inspiración tropical. ¿Cómo? Si tienes alguna zona de tu jardín con césped, es tan sencillo como plantar 2 o 3 palmitos repartidos por toda la superficie cespitosa, del modo en que ves en la imagen superior. De hecho, nuestra recomendación es que no incorpores tantos elementos, cuanto más simple mejor, así que con las palmeras sería más que suficiente. Esto te proporcionará dos cosas: por un lado, la facilidad en el mantenimiento (el chamaerops de por sí es una planta de mantenimiento muy bajo) y por otro lado la sencillez en tu jardín. ¡Que triunfe el minimalismo!
Si no tienes césped no te preocupes, ya que en posteriores entradas analizaremos en profundidad todos los tipos de césped que hay, cuáles son sus características y cuáles de ellos son los más adecuados según el clima en que vivas.